Cambiar las ventajas viejas es un proceso que supone conocer los diferentes tipos y modelos de ventanas existentes en el mercado puesto que cada una tiene sus propias características y particularidades, por lo que hay que evaluar la o las que se ajusten a nuestras posibilidades y gustos.
Para cambiar las ventajas viejas se debe contar con un presupuesto consecuente, ya que lo ideal es realizar una inversión en la que se cuide la calidad. También hay que tomar en cuenta la estética, para poder obtener un resultado final satisfactorio.
Los tres tipos de ventanas existentes en el mercado son las de aluminio, las de PVC y las de madera, cada una de las cuales puede responder a las principales exigencias en cuanto a aislamiento térmico y acústico.
Ventanas de aluminio
La reputación del aluminio es bien reconocida tanto por ser un excelente aislante como por su calidad y resistencia, gracias a las inserciones laterales de varillas sintéticas para que el aislamiento sea bastante efectivo. Además, otra ventaja adicional que presentan las ventanas de aluminio es su gran resistencia y capacidad de soportar cristales pesados de grandes dimensiones, y su facilidad de limpieza también es otro punto a su favor.
Ventanas de PVC
Las nuevas estructuras a base de PVC son más resistentes que las de antes, por lo que resisten sin problemas los factores como la humedad, la lluvia y el viento, incluso, en las construcciones a orilla de la playa, se recomienda su uso, ya que el ambiente salino no ejerce efectos negativos sobre estas.
Ventanas de madera
Es un material noble que da mucha elegancia pero requiere de mucho mantenimiento, sin embargo, con la mejora en los productos para tratar la madera, su resistencia se ha visto beneficiada. El aislamiento térmico y acústico que brinda es inmejorable.